sábado, 27 de febrero de 2010

Niterói (Brasil)

Siento el retraso de la actualización, pero todo ha sido algo precipitado: aunque sabíamos que cabía la posibilidad de asistir al "Mundialito" o Fast Triathlon, el sábado pasado nos llegaron los billetes que nos confirmaban nuestra presencia en esta mítica y explosiva competición. Fue el lunes cuando, tras la huelga convocada por los trabajadores de Lufthansa -compañía con las que viajábamos hasta Sao Paulo- tuvimos algo de miedo por si finalmente nos podíamos coger el vuelo hacia Brasil.
Pero finalmente todo ha ido bien y ahora podemos contarlo desde el Icarai Hotel de Niterói, ciudad de unos 440.000 habitantes situada a unos 5 kms de Rio de Janeiro. Aun así, nuestras bicicletas todavía no han llegado, esperemos que mañana por la mañana lleguen al hotel, porque sinó habrá que pensar en otras alternativas...
Y todos os pensaréis que estamos todo el día tomando el sol en la playa, pero esto es un mito: desde ayer, día en el que llegamos, Brasil nos recibió con lluvias y nubes. Y hasta hoy seguimos igual. La humedad es terrible, pero no aparece ningún rayo de sol "fugitivo". Es increíble porque las temperatura estaba entre 38º-40º la semana pasada y, de golpe, ésta ha bajado a los 25º a los que estamos ahora.

Hoy han hecho el Briefing de la carrera, que consiste en nadar 250 metros (1 vuelta), 6 vueltas de 600 metros en bici y 2 vueltas de 600 metros corriendo... todo esto tres veces, con 10'-15' de descanso entre triatlón y triatlón. En total somos 18 triatletas de 6 países distintos: Argentina, Brasil, Canadá, Italia, Rusia y nosotras: Sara Loehr, Mónica Pellejero y una servidora.

Después de esta breve explicación, os dejo con una fotografía de las vista del hotel (sé que os esperábais una primera línea de mar radiante, pero sólo puedo ofreceros un bloque de edificios y un colegio) hecha desde la webcam de mi nuevo Netbook: gracias a él, ahora me puedo comunicar con vosotros :)


lunes, 1 de febrero de 2010

SMILE, please...





Esta cara es lo que mejor refleja lo que dió (o lo que puede dar de si) un sábado por la mañana.
Empecemos por el principio: salida a las 8:30 desde Palau Reial con el grupo de los Rayoteam. Era un día frío y con mucho viento, aunque se notaba que las nubes deseaban salir del cielo para dar paso a un hermoso sol que nos acompañaría durante el trayecto de Barcelona a Olesa de Montserrat.
A último momento, cambio de planes y lo que iba a ser "ir-hasta-Olesa" fue "ir-hasta-casi-Sant-Sadurní-d'Anoia". Pero el día acompañaba y, realmente, apetecía una salida con tanta gente y más, después de tanto estrés estudiantil.
Comienzo tranquilo, poniéndome al día de novedades varias con Toni y Cris. Subida hasta el Mc Donalds de Martorell sufriendo y a buen ritmo, entrada a Martorell tranquila y enlazamos con la carreterra tobogán que nos llevaría hasta nuestro destino final. Parada técnica en Gelida (para que los hombres vaciaran su bufeta y dejaran el rastro de su paso por aquél bonito pueblo) y proseguimos el camino. Rotonda de vuelta y otra vez el mismo camino.
Primera caída del día... la carretera estaba húmeda y un chico de nuestro grupo cayó. Por suerte, se pudo levantar y, sin rasguños ni sangre aparente, proseguimos la marcha. Otro palo, esta vez nos lo tomamos con calma Cris, Toni y yo, ya que preferimos gozar del día. Vamos pedaleando tranquilamente mientras, en un punto donde la carretera que seguimos va hacia abajo (que acaba siendo una incorporación a la AP-7) y hay que coger un "atajo recto" para ir al centro de Martorell, una servidora rodaba por el exterior, confiada de que teníamos que seguir la vía de la carretera iba en paralelo con Toni, que iba por el interior y tiró recto para buscar la entrada a la ciudad. Así pues, como es de esperar, hubo un choque lateral por mi parte y en el que Toni, por suerte, resultó ileso.
El impacto del suelo contra la cara me rozó el mentón, parte del labio, el lateral izquierdo, el codo izquierdo y las dos rodillas. Las culpables del "mal mayor" fueron, básicamente las piedrecitas y tierra que habían encima del asfalto, ya que han provocado que la herida del mentón y del labio estén en un nivel de infección importante.
Después de valorar que LOS DIENTES ESTABAN PERFECTOS, sonreí a mis compañeros como buenamente pude y nos dispusimos a encontrar un hospital o un CAP por la zona. Llegamos al Hospital Sant Joan de Déu de Martorell y todo fue esperar, hasta que finalmente salimos de allí con 3 puntos en el mentón y radiografías del coxis, ya que en su momento me dolía y prefirieron descartar algún problema de fuerza mayor.

¡Qué mala suerte! (Pensaréis...)
Y yo también lo hice en su momento... Ahora mismo siento que estoy en otro cuerpo, en el cuerpo de una persona de edad avanzada (dolor de espalda, de brazos, de piernas).
Pero todo puede ser peor. Mientras tanto, seguiremos sonriendo y esperaremos a que sólo sea eso.
Los científicos dicen que es la mejor terapia... :)

Fotos en el Hospital, cortesía de Cris.