Andando despacio, sin pausa pero sin prisa, sigue el ritual que desde hace un par de meses me acompaña...
La rutina cambia al igual que la evolución de la lesión, pero tanto tiempo "stop" deja sus secuelas: molestias en la rodilla, sin fuerza en el glúteo ni en los isquios...
Esto hace que la cadera derecha se baje y los movimientos al andar no sean demasiado favorecedores: el primer día más que una persona parecía un pato; hoy, tercer día, la cosa se sigue puliendo pero ahora sólo ando cojeando :)
Desde el lunes sin muletas, pero con la vaga sensación de que aún queda mucho por hacer... aunque es verdad se ya hay mucho camino recorrido.
Adjunto unas fotos de Piko Zulueta en la segunda semana de rehabilitación. Siempre el mismo "ritual": masaje y movilidad (foto 1), ejercicios de fortalecimiento "sin peso" (foto 2), 1 hora de magnetoterapia leyendo "El niño del pijama de rayas" (foto 3), y la cicatriz en cuestión con la mitad de los puntos (foto 4).